Luego de un período de consternación, incredulidad y negación, se trató de dar solución a un hecho consumado, la debacle del cultivo de los salmones atlánticos. Es fácil ser general después de la batalla, sin embargo debemos aceptar que la industria estaba cimentada sobre pies de barro.
Las soluciones son varias:
1.- Sanitarias, que es la más mencionada.
2.- operativa y Logística.
3.- Gestión.
4.- Control.
5.- Estrategia.
Es claro que un buen plan sanitario no será de utilidad sin un buen plan logístico o una buena estructura de gestión y control. Al final de cuentas es necesario tener una estrategia, detenernos a analizar las fortalezas y debilidades.
Es necesario enfocar el análisis en un contexto global, al estilo de Julio Cesar o el general Sun Tzu y no enfocarse en problemas particulares, que por cierto deben ser resueltos.
Por ejemplo una reducción de costos en el área de redes de cultivo, ya sea por calidad de estas o por menos recambios, puede conllevar a pérdidas por escapes de peces o por menor crecimiento por stress o falta de oxígeno. También se puede usar cómo ejemplo las complicadas interrelaciones que hay en un cardúmen, los peces tienen un volumen unitario en el cual se desenvuelven y aumentar la cantidad de peces en una jaula les afecta de diversas maneras.
Estas consideraciones y muchas otras, asociadas a ingeniería, ecofisiología de peces u otros aspectos no se han considerado cómo una interrelación, tal vez es necesario aplicar algunos modelos básicos de calidad total o evaluación de proyectos, cómo modelos de Ishikawa o considerar modelos económicos cómo juego y cooperación de John Nash.
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